Para mí, la fotografía de naturaleza es mucho más que un trabajo o una actividad lúdica: es un modo de vida en el que el respeto por la naturaleza y los seres que fotografiamos debe prevalecer por encima de la consecución de cualquier fotografía, por buena que esta pueda llegar a ser. Pero además, en mi trabajo como fotógrafo de naturaleza me exijo un retorno: mis imágenes deben contribuir a la conservación del medio natural y de las especies vivas.
Por supuesto, esta profunda filosofía marca toda una actitud, no sólo durante la realización de mis reportajes en diferentes lugares del mundo, sino también durante el desarrollo de mis viajes fotográficos y los conocimientos que imparto en ellos.
Mis participantes se impregnan de esa filosofía para comprender que nuestra contribución como fotógrafos -profesionales o amateurs- en la conservación del patrimonio natural es clave en estos momentos. Y por ese motivo hemos creado NUESTRO SELLO ÉTICO, que pretende contribuir a esa conservación mediante diferentes acciones.